Samir Delgado (2016) |
La idea del tren de los poetas surgió durante un
viaje a Cuenca en el verano de 2013. La ciudad atesora por su ubicación
geográfica un potencial imaginativo muy interesante que a lo largo del tiempo
ha suscitado muchos textos poéticos a cargo de autores de solera internacional.
Así que poner en marcha el tren era solamente cuestión de tiempo, sin ayudas
institucionales, a través del contacto directo con poetas contemporáneos
buscamos todos los medios posibles para que fuera una realidad lo que en un
principio parecía un imposible, conseguir que cada mes un poeta del mundo
visite la ciudad. Y así fue, más de 30 poetas han conocido Cuenca, y Cuenca ha
podido disfrutar de sus voces poéticas durante los últimos 2 años. La idea del
Tren de los poetas fue una intuición, funcionó hasta el momento preciso del
viaje de retorno, cuando ya por fin regresé a las islas.
Tras las 25 ediciones, cada visita de un poeta
internacional cumplía un propósito básico: acercar la creación poética a cada
rincón de la ciudad. Y desde el principio conectamos con la ciudadanía, los
poetas de lugares tan dispares como Irak, Colombia, Serbia, México, Japón o
Nueva Zelanda tuvieron la oportunidad de recorrer sus calles, leer poemas en
los centros educativos, conocer los museos de la ciudad y establecer contacto
con el tejido cultural de Cuenca. Nunca recibimos subvenciones económicas de
ningún tipo, a través de la colaboración colectiva y la generosidad de los
propios autores, pudo hacerse realidad el Tren de los poetas cada mes durante
los dos últimos años.
Ha contado con autores de diferentes tendencias
creativas y generacionales. Nuestro primer invitado fue el poeta iraquí Andul
Hadi Sadoun, un escritor árabe de primera línea que en su trayectoria literaria
mereció distinciones como el Premio Antonio Machado. Fue una visita que
prolongó más adelante su vínculo con Cuenca gracias a la celebración en dos
ocasiones del Salón Internacional de Literatura Árabe. A partir de ahí hemos
recibido la visita de otros poetas como Sergio Laignelet de Colombia, el
profesor Niall Binns de Escocia, Óscar Pirot de México, autores canarios como
Juan Carlos de Sancho o Sabas Martín, Miguel Ángel Curiel, Ahmad Yamani de
Egipto, Layla Benítez James de Estados Unidos o como ejemplo paradigmático y
símbolo del tren de los poetas, la escritora mapuche Rayen Kvyeh que celebró la
plantación del Árbol de la
Poesía en los jardines del Centro UNED de Cuenca.
Cada poeta que ha visitado Cuenca ha ofrecido una
mirada nueva al mundo. Por eso la temática siempre ha sido variada y múltiple,
desde la experiencia de la guerra a los cuentos infantiles, desde los
bestiarios al tema del amor, de la justicia a la memoria histórica. Por ejemplo
el poeta uruguayo Elder Silva nos contaba la realidad de su país y los cambios
sociales producidos gracias al Frente Amplio. También merecen una especial
referencia los poetas árabes, y los latinoamericanos en especial, a decir
verdad, todos eran originales, el rumano Gelu Vlasin por ejemplo tuvo muy buena
sintonía con la ciudad, y así cada mes. Si hubo una temática común entre todos,
esa fue Cuenca. La ciudad siempre fue protagonista.
El Tren de los Poetas ha sido un proyecto
innovador, con vocación de alcance social y valor educativo, alejado de los
recortes institucionales sobre la cultura y ha sido sobre todo un ejemplo de
continuidad a pesar de las dificultades y las carencias de presupuesto. Con
ilusión pudo sobrevivir 25 ediciones y no ha continuado precisamente por su
propia lógica, al finalizar mi estancia en la ciudad, alcanzó su límite, como
suele suceder en todos los lugares con los proyectos alternativos que parten de
la gente. Sin duda alguna, dentro de muy poco, el Tren de los poetas volverá a
ponerse en marcha en otra ciudad, de otro continente, porque otras Cuencas
esperan a los poetas del futuro.
Los aspectos más interesantes del Tren de los
poetas siempre tenían como denominador común el impacto de la ciudad en la
mirada del poeta. Por ejemplo, la brasileña Teca Barreiro mantuvo un vínculo
muy emotivo con la atmósfera de Cuenca, al igual que . Una vez solamente no
pudimos recibir una visita programada, la del poeta hindú Subhro que por motivos de salud no pudo estar en
Cuenca. Y quedaron también muchas visitas pendientes, de autores
internacionales y de todo el Estado que mantenían su interés por subirse al
Tren de los Poetas. Nunca se sabe lo que depara el futuro, algún día el Tren
volverá rumbo a Cuenca. De hecho habrá una edición especial en Minglanilla por
haber sido este pueblo conquense una parada fundamental de los poetas que en la
guerra civil se desplazaron en solidaridad con la república.
El Tren de los Poetas fue incluido en el
directorio oficial del movimiento poético mundial, la Red Internacional
de Festivales de Poesía Word Poetry Movement que coordina desde Colombia el
poeta Fernando Rendón, integrándose junto a centenares de proyectos mundiales
de literatura como uno más, siendo Cuenca la sede y el destino de la poesía. Fue
presentado en diferentes continentes como un proyecto internacional, estuvimos
hablando en Oporto, México D.F y hasta en Ramallah. Durante todo este
tiempo, cada mes tuvimos oportunidad de que los poetas visitantes tuvieran eco
en los medios de prensa, especialmente el semanario Las Noticias de Cuenca, que
siempre tuvo un feeling especial con la cultura de la ciudad.
De cada poeta
quedan como legado sus poemas a la ciudad, de hecho está prevista una antología
de poetas bajo el cuidado del cronista Miguel Romero, que siempre estuvo
favoreciendo el proyecto con su apoyo incondicional. Otras instituciones
conservan el paso de los poetas como la RACAL o la Biblioteca Pública
Fermin Caballero. Aunque el testimonio de toda la experiencia del Tren de los
poetas está en manos de los conquenses que participaron como público en estos
años. Gracias a ellos el Tren de los Poetas formó parte de la historia de la
ciudad.
*Extracto de
entrevista concedida a Adelina Flores, Facultad de Periodismo de la Universidad de
Castilla La Mancha
(2016)
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