martes, 25 de diciembre de 2018

«Juego de sombras» Un poema para el 90 aniversario de Mickey Mouse

              “Double Mickey” (1981) Andy Warhol Foundation

Para estas fechas de conmemoración galáctica del noventa aniversario del ratón, hay un poema dedicado a Mickey en el más reciente libro del colombiano Sergio Laignelet, That´s all Folks! (poemas animados), publicado en la editorial Lebas en 2017, titulado «Juego de sombras» 



El ratón más famoso del mundo llamó la atención desde su pletórica irrupción en el universo de la ficción a manos de la fábrica Disney hace ahora noventa años. Y precisamente en tiempo de Navidad muchas generaciones siguen haciendo suyo a este simpático personaje que siempre ha estado vinculado con series de animación y ha traspasado la pantalla para instalarse como uno de los iconos del capitalismo global en la retina de las grandes multitudes anónimas alrededor del globo.

El filósofo alemán Walter Benjamin desmontó desde sus inicios la parafernalia del ratón que encumbró a Walt Disney, aludiendo a que los espectadores identificaban su propia vida con la de un Mickey que confrontaba constantemente el miedo en sus múltiples periplos y hazañas. Siempre astuto y entrañable, el personaje animado ha sido aprendiz de mago y violinista de los mejores conciertos de música clásica, emparentado con otros personajes de la talla del Pato Donald o Bugs Bunny, la figura inocentemente ilustrada, de una bonhomía inmortal por la gracia de su creador, capaz de salvar a Minnie ante cualquier peligro mortal y ser depositario de una infinita vocación para superar adversidades y asumir las más peligrosas aventuras de la videoconsola.

Más allá de las fábulas de Esopo y la literatura del cómic, Mickey Mouse representa la quintaesencia de los cartoons, omnipresente y paradigmático, capaz de desafiar al Hades y a Cruella de Vil, interpretar el Ensueño de Schumann como nadie jamás y ser el ratón preferido para los ensayos futuros de la más avanzada Computer-generated imagery. El universo del pixel tiene a un dios con orejas y rabo, el más famoso de los ratones que hace de la caricatura un vector de la estandarización de las formas de vida a nivel planetario.

Precisamente dos poetas mexicanizados de la generación del exilio republicano español aluden a Mickey en diferentes textos. El poeta Gerardo Deniz apuntó a la película «Fantasía» en un artículo aparecido en Letras Libres en 2001 —luego incluido en su libro «Paños menores»– y trata sobre el fenómeno de la película en el modo en que las obras de Chaikovski, Beethoven o Schubert habían sido desbaratadas, al igual que el crítico Jomi García Ascot —nacido en Túnez pero de ascendencia de un diplomático español exiliado en Distrito Federal– quien alude a la insoportable presencia de dinosaurios en cada una de las melodías y el propio Mickey Mouse hipostasiado eternamente en el repertorio de la música de alta cultura.

Para estas fechas de conmemoración galáctica del noventa aniversario del ratón, hay un poema dedicado a Mickey en el más reciente libro del colombiano Sergio Laignelet, That´s all Folks! (poemas animados), publicado en la editorial Lebas en 2017, titulado «Juego de sombras» y en el que el roedor mediático hace que se proyecte en la pared una sombra de gato y su querida Minnie pierde el control de su vejiga: 

La vela oscila / en el cuarto oscuro // Mickey interpone su mano / entre la fuente de luz y la pared // con el pulgar / anular y corazón sobre la palma / índice y meñique flexionados / proyecta la sombra de un gato // Minnie se hace pis

No es la mirada del poeta una provocación sin fundamento, el juego del ardid y la astucia como valor instrumental hacen del pragmatismo universal una filosofía de vida, Mickey Mouse siempre sale airoso, tras su filantropía amable se sumerge la fuerza motriz de lo consumible, la maquinaria Disney incorpora en todo escenario posible la presencia del ratón que hace del mundo un escaparate como guarida.

El poema del colombiano residente en Madrid, escenifica a la pareja Disney con su clásica capacidad de deconstrucción de los cuentos infantiles, solamente el poeta a solas frente al peso uniformador de la industria, así es como se puede asumir una mirada distinta capaz de sugerir una imagen que desconecte al dibujo animado de su carga mitologizadora, por medio del dispositivo de la ironía y el suculento tratamiento de un lenguaje efectivo la obra literaria de Laignelet también incorpora a Mickey Mouse, devolviéndole a través del poema —y de algún modo– ese grado de humanidad que lo hizo universal.

Es el doble de Mickey jugando a las sombras chinescas, como en la obra de Andy Warhol de 1981 donde su duplicidad, la alternancia de valores y el poder estar en dos sitios a la vez, hace del ratón nonagenario un símbolo del imperio del dólar.

viernes, 21 de diciembre de 2018

La pintadera aborigen que sobrevive en el cuadro (Plaquette homenaje 50 aniversario del artista Antonio Padrón 1968-2018)

"Ídolos guanches" obra del artista indigenista Antonio Padrón (1920-1968)

AZOTEA
           

            LIENZO indigenista con donaires de azotea blanca:
            abajo una caravana de jorobas amarillean el cartón
            y la espátula recorta palmeras en el oasis existencial.

            La echadora de cartas maldijo la vega natal del pintor:
            allí el tiempo quedó atrapado entre arquetipos de tunera.

            Solo el vuelo de las cometas rojas redime la naturaleza muerta.
                                                                                              (Epitafio a gouache)

Del libro “Cosmovisión atlántica. La isla que habita en los cuadros”
V Premio de Poesía Poeta Bento, (Accésit) Fundación Néstor Álamo

           
EL RAYO VERDE


EL DESCENSO por la vereda a toda prisa.
Bosque de Doramas en apoteosis lírica.
Yo provengo de estos cielos invertidos.

Saber que el abuelo del abuelo del abuelo
originó el sentido a esta piedra volcánica:
ser criatura de isla golpe a golpe, gota a gota.

Hay un respeto sagrado por los verdes en la mirada.
Una absorción primordial de sus carruseles oníricos.

Como el rayo verde de Antonio Padrón:
en este espejo habitan todas las estelas del mar


ABSTRACCIÓN 1960


LOS MAPAS sonoros de la isla
trasladan a una memoria sucedida.

Todas las cosas son un estigma crucial
bajo los órdenes de la luz atlántica.

De ahí el drenaje maravilloso de cada ola,
los alisios mayúsculos, el clímax aftersun
y la pintadera aborigen que sobrevive en el cuadro.



LA CUEVA


SI la abuela tenía los ojos cerrados poco podía esperarse del amanecer en su cuarto.

Nada que hacer, a la hora de siempre la abuela empezaba a ser abuela bajo aquella espesa atmósfera de ronquidos acumulados en la penumbra que no dejaría que el reloj cumpla su ring-ring de histórico protagonismo. Ni el propio asteroide causante de la remota extinción de los dinosaurios la sacaría esa vez de su cama, tampoco el estruendo repetido de los bombardeos en Bagdad que rociaron la atmósfera de pólvora, si decía que no ya nada la levanta: imposible mover sus miembros ateridos por la vejez, por nada del mundo se movería.

Tan siquiera el aroma del café haría el efecto de sus mejores años, siempre rememorados durante la sobremesa. Ella, la abuela de la isla, que un día fue tan joven, bien escoltada por sus holgados pechos juveniles, acudiendo descalza en la flor de la vida por el sendero antiguo, con rumbo solitario a los verdes de antes, ella sola para sacar el sustento de una familia sofocada bajo el canto monárquico de los gallos.

Sin apenas abrir la boca, musitando un leve quejido, la abuela sabía decir que no mejor que nadie, no y no frente a los rayos que se colaban por las cortinas color crema, solamente bastaba con apretar bien fuerte los hombros, uno contra otro, y dejarse caer toda el alma así entre las sombras alimentadas por un sueño de siglos.

Lo aprendió de pequeña, cuando era todavía una niña, en los brazos de su madre que la mecía dulcemente con el mismo tarareo infantil de cuando también debió habitar el regazo de otra abuela más, perdida y sin nombre, entre los oscuros confines de la isla.



LA PIEDAD


Estar en la isla como un tiempo de fuga
esencial hacia la nada futura. 

Penitencia de la luz

los colores son carne de cañón 
bajo la noche del volcán.

Hay mucho vértigo en la sangre caliente de la mañana,
de prosapia invertebrada por los mares violetas,
de ungüento aborigen en cada paisaje trasterrado.

En el último cuadro la piedad:
mirar las estrellas siempre

como si fuera la última vez



                                                                                          Samir Delgado, México 2018

jueves, 25 de octubre de 2018

"Nature morte" Poema incluido en la antología "Extreme" (Vagabond, California)

Paul Cezanne_Nature morte au crane



NATURE MORTE


Hölderlin con su arrebato visionario / dijo que los bosques acabarían siendo una pila de leña muerta / la desconfianza hacia los efectos perversos de la modernidad / y la falacia de un progreso con único sentido persiste tanto en el cinismo / del simulacro mediático global / como en la visión apocalíptica de religiones antiguas sin fecha de caducidad / la deforestación indiscriminada en las selvas del Brasil / y la extorsión de minerales en el Congo / demuestran a duras penas que el mayor problema a resolver por la humanidad / sigue siendo la propiedad privada


Hölderlin with his visionary outburst / said that the forests would end up being a pile of dead wood / mistrust of the perverse effects of modernity / and the fallacy of a progress with only one sense persists both in the cynicism / of the global media simulation / and in the apocalyptic vision of ancient religions with no expiration date / the indiscriminate deforestation in the forests of Brazil / and the extortion of minerals in the Congo / are barely showing that the biggest problem to be solved by humanity / is still private property


Samir Delgado, Incluido en la Antología  “Extreme”
(An anthology for social and environmental justice) del sello Vagabond, Los Ángeles, USA (2018)

viernes, 5 de octubre de 2018

Traducción del poema "Tilo en la nieve / Linden in snow" (Sobre un cuadro de Alex Katz)

Alex Katz, January snow (1993)
¿Tal vez un año a otro sobreviene
como cae la nieve
o como las palabras de un poema?

BORIS PASTERNAK
*

LA nieve en la rama del árbol. Las cumbres planas del cuadro sucumben al color vegetal del invierno. Su duración asimila el lento proceso de secado- postergación del silencio- con la misma propulsión húmeda de la tinta china. Hay en esta nieve una vocación perpetua. Apenas anochece para ellas. Son un sol frío sobre la madera mínima. El letargo del blanco amilana los atardeceres en crudo. Si como dijo Kandinsky las plantas son una conjunción  de puntos y líneas, hay así tanta realidad viviente en el cuadro como en la naturaleza. Ambas orillas, la del lienzo y la del invierno, sueñan con volverse juntas hacia sí.

*

LA temperatura nívea está fuera de dudas. Su frialdad atestigua las vigilias fértiles de los ángeles. Cada fuente del blanco nutre de líquidos la realidad, así el frío expande la fuerza motriz de los caudales infinitos del color neutro. Pienso en la semejanza simbólica entre la nieve y la tinta del poema. Parecen juntas una dicotomía irresoluble. Sin embargo se bastan cada una en sus reinos soberanos para dar sustancia al paisaje invernal. Los primeros bocetos de luz anticipan la nevada prematura. Amenazan con instalarse en los tejados del tiempo, vienen ellas solas del horizonte subjetivo del artista hacia el atardecer interior del marco.

*

A solas el pájaro carpintero posará de lleno su fugitiva silueta sobre las cortezas gélidas del atardecer. Invisible para el absoluto prisma de cualquier mirada, su presencia timbra ecos indómitos en el más acá del tronco matriz anterior. Aquí lo silvestre pasajero adquiere altos vuelos imaginarios. ¿De dónde proviene el pájaro carpintero? La sombra exterior- azul oscuro casi griego- es el predilecto quehacer de lo inaudito terrestre. Y algo de pájaro carpintero tiene la mano del artista: es la nieve para el año nuevo.

Maybe a year overcomes another,
just like falling snow,
or the words of a poem?

BORIS PASTERNAK

The snow over the tree´s branch. The plane summits from the painting fall upon the fruitful color of winter. Its spell grasps the slow process that is drying—moratorium of silence—with the same humid drive from the Chinese ink. In this snow, we find a perpetual calling. It is barely dark for them. It is a cold sun over the slightest piece of wood. The whiteness disinterest agitates the rawness from the sunsets. If as Kandinsky said, plants are a conjunction of lines and dots, there is in them such a living reality as much in the painting as in nature. Both edges, from the canvas and of winter, desire to become together, into one another.

*

The snow like temperature is doubtless. Its coldness attests the fertile vigils from the angels. Every white fountain nurtures with liquids the reality, thus making the cold the main force in the infinite stream of neutral color. I think about the symbolic resemblance between the ink of the poem and the snow. They seemed together an inexplicable dichotomy. Regardless, each of them is capable in their own kingdoms to provide substance to the wintery landscape. The first sketches full with light threaten to install themselves over the rooftops of time, premature snowfall, they come together alone in the artist´s subjective horizon towards the interior sunset of the frame.

*

Unattended, the woodpecker will firmly settle its fugitive figure over the sunset´s icy rinds. Invisible for the absolute prism of every glaze, its presence appears echoes near the insides of the log´s womb. In here is where the wildlings passengers acquire the highest of the imaginary flights. Where does the woodpecker came from? The outside shadow, the darkest shade of blue, almost Greek, is the favorite burden from the silent earth. And the woodpecker has something to do with the hand of the artist: it is the snow for the New Year.


*Traducción al inglés de Layla Benítez James

sábado, 15 de septiembre de 2018

"Los escombros" Poemas escogidos del libro "Las geografías circundantes. Tributo a Manuel Millares"


 
Manuel Millares (1926-1972) Animal de fondo

¿De dónde estos escombros,
estos mancos derrumbes,
agujeros en trance de aún ser más agrandados,
lentas tiras de tramas desgarradas,
cuajados amasijos, polvaredas de tiza,
rojos lacre, de dónde?

Millares 1965

RAFAEL ALBERTI


 CUADRO 190 B

                                                                              [Arpillera, 1962]


LA ESTALAGMITA del negro
expande timbres sumergidos
bocinas tartamudas
ronquidos interiores
jugos gástricos de la hecatombe

arriba la insignia blanca del vértigo
destrona los tachones mántricos
las avaricias onomatopéyicas
el diluvio infértil de las opacidades
                                       /en el cuadro

un acantilado de mutismos
resiste (a ras de suelo)
la pandemia del negro
multiplicando en el exterior
las cañerías de la normalidad dominante

la arpillera implosiona su desvarío
dulcifica en sí todas las arritmias

enduerme la sincronicidad del caos
a una temperatura irregular de 190 B
 


DIVERTIMENTO PARA UN POLÍTICO                                                                                     
                                                           [Arpillera, 1963]


LA CARCAJADA uniforme
corretea su negro vociferante

por un tríptico de luz contra las cuerdas

(suela cartón y lata)
cobijan el podium de la dignidad

atemorizada por el santiamén 
que emborrona un millón de nalgas y
  /pezones
bajo las coseduras oprimentes del
/bruno abolengo

todavía la carcajada insufla a los espantajos
del decorado su verbigracia del suplicio

y firma sentencia perpetua
contra los blancos apolíneos del amanecer


ANIMAL DE FONDO

                                             [Arpillera, 1963]
                    
                         La similitud no se funda en el vacío
                                                  ni la parábola en la nada

                                                                                     TERTULIANO


ESTA TROMPA protofísica flota a dentelladas desde una obertura siniestra en la ponzoña universal. Mal anda el espécimen debido a las magulladuras recosidas con los hilos apóstrofes del alisio. Esta trompa de extrarradio acumula sedimentos del cautiverio castellano en los andamios siderales. Redivive el ejemplar por la succión de trifolios sudorientos del parnaso y asperezas turgentes de la nada. Depredador divagante en profundas áureas magnitudes del oráculo. Esta geotrompa dícese en la posteridad un animal de fondo.     


 ARTEFACTO PARA LA PAZ  
                                                                                                                                                                                                                              [Arpillera, 1964]                                              


Armazón con abalorios del presagio glacial
Reactivador neutral de urgentes diplomacias
Timbre absorbente de hélices termonucleares
Emulador sinérgico de las órbitas democráticas
Francotirador justiciero con dispositivo retardado
Antena fronteriza para los decibelios expatriados 
Cilindro ecológico preservativo de catástrofes
Tótem aglutinador de los honores insurrectos
Órgano condensador de la hambruna tardoglobal

   10...9...8...7...6...5...4...3...2...1...0
                                                          
                                            


         GALERÍA DE LA MINA
                                                                                                            [Arpillera, 1965]
                                            
                                 Allí donde el aire penetra
                                            no pueden existir tinieblas

                                                   LEONARDO DA VINCI

LA MINA expulsa
en su frontón astral
la tos de vagones
                     (sin retorno)

tras la sutura parmenídea
del blanco satén en vísperas 

con tornasoles menguantes 
del inframundo nigromántico

la arpillera es un ocaso rococó
(floresta oleaginosa pútrida)
con sahumerios verbalicios

en el periódico
del señor diputado
(mamífero falangista)

leyendo la huelga
asturiana indefinida



ASESINATO DEL AMOR
                                                                                                                               [Arpillera, 1966]
                                
                     Estas magistrales transferencias
                            desde lo vivido a lo pintado

                                            J. M CABALLERO BONALD                                                                                  
UNA BALA
ensangrenta
las sienes
de la víctima

eros yaciente
en el semisótano
de la eternidad

enduela su hora

la musa
(colaboracionista)

 


         EL SILLÓN O BLANCO Y NEGRO

                                                                              [Arpillera, 1966]

                                 Sin otro destino que la nada,
                                            la sombra y la ceniza

                                               JUAN EDUARDO CIRLOT

¿DÓNDE fuiste
o cuando volvés
alberto greco?
        
el sillón quedó
de tan negro
así de blanco

todo tuyo
(vacante)
        



         A MIGUEL HERNÁNDEZ

                                             [Arpillera, 1967]

                     Sigo en la sombra, lleno de luz, ¿existe el día?
                                                                                                MIGUEL HERNÁNDEZ


LA EMPATÍA del romance
también contagia el óbito

los embalajes del verbo
abultan la causa perdida

con prolongaciones níveas
y salvoconductos etéreos

de esperanza entrecomillada 
        
josefina a este lado
del ventanuco
sigue a la espera
        
y es ella (ahora)
desde el negro
en su clausura

quien te saluda


OBJETO NEGRO

                                             [Arpillera, 1968]

                                            
       EN este cielo                        
         X     todas las nubes     X        
                 son colonias        
                 de la noche                      
                            




DE ESTE PARAÍSO

                                             [Arpillera, 1969]

            Es propio de la naturaleza de la razón
            percibir las cosas bajo una cierta especie de eternidad

                            Ética 2. Proposición XLIV, Corolario II

                                                                           SPINOZA

                                           
EL NEGRO carnedillo de este paraíso hace la nada del todo.

Está más que negro en la boquiabierta negrocidad de cada uno de los infinitos lutos que vociferan la intemperie negritacional.

El negro apagadísimo que relumbra el negrotismo atávico de la mudez absolutamente callada en su completo anonimato de luna oculta.

El negro de siempre que masca las más negras mortandades.

El negro solamente solo que se despide negramente de su negra lejanía total.

Sin los demás negros del negro:

El oscurinegro fatal de la eternidad
                                                                                                                         


         DE ESTE PARAISO II

                                             [Arpillera, 1969]
                                                       
                            El que imagina que se destruye aquello
                                            a que tiene odio se alegrará

                                                    Ética 3. Proposición XX

                                                                         SPINOZA

Y COMO nunca un falansterio
obtuvo culminación en lo real

el negro quintuplica sus tentáculos
sobre las muchedumbres planetarias 

y el dolor
         y la renuncia
                     y el martirio
                                 y la desolación

por doquier campan a sus anchas
agrandando la sed de los más débiles
hasta el límite vocal del negro tumefacto


-de la tronera de este paraíso
por suerte nadie vuelve jamás


         DE ESTE PARAÍSO III

                                             [Arpillera, 1969]
                                                       
                                                          
La idea de Dios, de la que se siguen infinitas cosas
en infinitos modos, sólo puede ser única

                                                         Ética 2. Proposición IV

                                                                            SPINOZA


ESTE NUDO todopoderoso del negro afloró pétalos débilmente blanquecinos de casi pequeñísimas centésimas de júbilo por el extraño contagio que los desheredados huérfanos insurrectos parapetaron sobre las azoteas de la última primavera. Este nudo negrísimo germina más allá de sus floripondios de sotana el exterminio ocular sobre toda la negritud posible de este paraíso todavía bárbaro semioculto clandestino a la esperanza oceánica del mundo.



Samir Delgado "Las geografías circundantes. Tributo a Manuel Millares" (Gobierno de Canarias, 2016)