El Montecillo, Taborno, isla de Tenerife |
Carta abierta al Pleno del Excmo. Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife
Sr.
Alcalde, D. José Manuel Bermúdez
Es un honor expresar el
agradecimiento al Pleno del Ayuntamiento de la Ciudad de Santa Cruz de Tenerife
por considerar en el orden del día, la vida y el acontecer de hoy en el caserío
de Taborno, Anaga. Como vecino empadronado en la zona del Montecillo he sido
testigo en los últimos veinte años, de la belleza y de la realidad de Taborno,
estas palabras se escriben a miles de kilómetros de distancia, en México, como
emigrante canario he sentido la nostalgia a diario por nuestras islas y desde
el pasado año realizo los trámites de emigrante retornado para acompañar a mi
familia y encontrar una nueva oportunidad para ofrecer a Canarias mi aportación
como escritor y gestor cultural. Acabo de recibir un galardón literario del
Gobierno de Canarias y estaré presente en primavera para solicitar de pleno
derecho que se me considere como ciudadano, de la isla de Tenerife, ya que
estar fuera no significa abandonar nuestra tierra y tras los sucesos del
derrumbe parcial por lluvias de nuestra casa familiar en Taborno, he sentido la
tristeza y la impotencia de un trato institucional muy alejado de lo que
representa nuestra pertenencia a la hora europea.
La casa de mis abuelos,
Don Cristóbal y Doña María, se ha visto afectada por una situación dramática,
fue una herencia centenaria y regalo de bodas, allí nacieron todos sus hijos,
en la casa de piedra que fue “ventita” tradicional a comienzos del siglo pasado
y que luego quedó en la memoria de la familia bajo las penurias de la dictadura.
Como muchos chicharreros de clase campesina y trabajadora los Delgado Perdomo,
familiares de los Martín y de los Alonso, de arraigo ancestral en Taborno,
fueron vecinos en los 60 de las barriadas de Santa Clara en la capital
tinerfeña. Gracias al destino pudimos acondicionar la casa de piedra a
comienzos del 2000, mi abuela, nacida en Afur, obtuvo ese regalo de la vida
para volver a saludar a su Tía Emiliana, a Doña Margarita, yo conocí también al
Tio Nino gracias al regreso de la familia a Taborno. Allí siguen las casas
cuevas de Don Santiago y Doña Isabel, tíos de mi madre, que son una pervivencia
de los antiguos moradores del Menceyato de Anaga, ojalá pueda usted visitarlas
algún día, para conocer la vida y el devenir de un caserío que fue motivo de
visita para personalidades como los viajeros franceses René Verneau y Sabino
Berthelot.
Quiero decirle Sr.
Alcalde, que es un desafío democrático para el Ayuntamiento de Santa Cruz de
Tenerife el considerar qué hacer en estos momentos decisivos sobre la
actualidad de Taborno, el correo postal y la atención sanitaria corresponde a
dependencias laguneras, desde hace décadas puedo afirmar que el caserío ha
padecido un abandono creciente de sus necesidades esenciales, además del Cierre
de la Escuela Rural y de la imposición del Radar de Anaga en Zona ZEPA y
Reserva de la Biosfera, el pueblo de Taborno ha seguido su costumbre de
permanecer entre la bruma de sus atardeceres. Hay caminos vecinales sin drenaje
óptimo y alcantarillado insuficiente, taludes y muros de zonas con camino
público que merecen un mayor esfuerzo de seguridad y en general la señalética
de todo el caserío está quemada por el sol. Hoy mismo tengo conocimiento de que
la ampliación del camino público hasta el domicilio de Doña Pilar es
insuficiente, hay mucha infraestructura por mejorar en el caserío, al menos una
rampa para personas mayores o discapacitadas a la entrada de la Escuela es lo más
razonable. Sr. Alcalde, en Taborno hay asistencia médica dos veces al mes, en
pleno siglo veintiuno Taborno merece todo lo mejor, es una deuda de la capital
tinerfeña con sus orígenes y con su destino.
La casa del Montecillo ha
sido noticia en Televisión Canaria por el derrumbe parcial debido a las lluvias
y por el desalojo de su morador, mi padre, ciudadano canario de pleno derecho y
de ascendencia árabe. Su alojamiento desde hace un mes, ha sido una pensión en
Santa Cruz con atención de los Servicios Sociales, ha estado la persona de la
tercera edad, vecina de Taborno, pernoctando en literas junto a refugiados
ucranianos, ciudadanos africanos que buscan una vida mejor en nuestras islas y
hasta personas en situación de “sin techo”. Quisiera preguntar, Sr. Alcalde,
qué fue de la oficina de atención a los damnificados por lluvias que desde el
Ayuntamiento se anunció en 2017 para atender situaciones de emergencia. El
protocolo institucional en este caso de Taborno ha sido preocupante, el
desalojado no ha recibido atención psicológica y su derecho a una vivienda en
alquiler o una plaza en residencia de la tercera edad es legítima.
No entendemos Sr.
Alcalde, como vecinos de Santa Cruz, las causas de que la Concejala de Distrito
me remita un mensaje por WhatsApp de no tener competencia en el caso del
Montecillo y que corresponde a Urbanismo, sucediendo que por la situación de
lejanía y de diferencia horaria mi único deseo como vecino empadronado era
conocer el estado del camino público colindante con nuestra casa afectada.
Hablar con los vecinos es lo menos que puede esperarse de un representante del
Consistorio. También desde Urbanismo, Sr. Alcalde, se procede de modo
unilateral para declarar un estado de emergencia y publicar en el BOE un
dictamen de demolición, con solo tres días para dar respuesta de parte de los
afectados. Estamos en el siglo XXI, no hay precedentes de actuaciones de este
tipo en caseríos de Anaga y lo primero de todo, Sr Alcalde, es garantizar la
seguridad y la integridad de las personas. Resulta alarmante que desde
Urbanismo en apenas unos días promuevan un presupuesto de 30.000 euros para
demolición y en años no hayan invertido en Taborno lo suficiente para resolver
las grandes problemáticas del Caserío.
Nunca, Sr. Alcalde, pensé
que como ciudadano de Santa Cruz de Tenerife, encontraría un trato hacia mis
familiares tan doloroso. Mi madre, heredera de la casa de Taborno, a día de hoy
padece una situación de enfermedad crónica y solo puede disponer del 30% de su
capacidad pulmonar, no puede defenderse ante esta situación. Y mi padre, la
persona desalojada, tiene más de 70 años y padece una inestabilidad emocional
provocada por el desalojo y la situación de separación conyugal que le ha
impedido afrontar este drama de modo íntegro. Ambos solo disponen de una
pensión no contributiva, la precariedad económica de muchas familias canarias
es la que muestran las estadísticas. Como ciudadano de Santa Cruz de Tenerife y
ante la gravedad de la situación, he solicitado ayuda y comprensión, la respuesta
al Dictamen de Urbanismo ha sido solicitar la rehabilitación del domicilio y la
mejora del muro de contención, los caminos públicos de Taborno necesitan una
inversión real y satisfactoria, este caso es uno de muchos que podrían suceder
en Anaga y no es deseable que la política de la sanción y de la multa, del
desalojo y la demolición sea la mejor forma de afrontar la realidad múltiple y
compleja de la vida de los vecinos en Anaga.
Sr. Alcalde, en este
Pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, rogamos a consideración el
malestar vecinal por el cierre de los caminos tras el suceso en la casa del
Montecillo, así como la asistencia y cobertura a una persona de la tercera edad
desalojada de su domicilio, además de los dictámenes que desde Urbanismo se han
realizado de modo insatisfactorio: primero emergencia y demolición, luego
rectificación y que sean las personas afectadas las que arreglen todo, no se
encuentra por ningún lado al Ayuntamiento democrático, sensible y accesible,
cercano en sus servicios de atención al ciudadano. En este Pleno, se decide
algo más que un caso aislado y particular, está en juego el papel de una
institución como el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y su capacidad para
comprender y dar respuesta, humanamente hablando, a la vida real y a los
lugares que son el corazón de su historia y porvenir.
Mi deseo, Sr. Alcalde, es seguir siendo vecino de Taborno y de Santa Cruz de Tenerife, seguir escribiendo libros en la casa de los abuelos de Anaga, poder legar a los nietos un recuerdo familiar que conecta con las huellas ancestrales de nuestro pueblo. Por motivos de la situación en el norte de México, no he podido regresar a la isla a la mayor brevedad. Por la cultura árabe y la edad de mi padre, es necesario que se le explique de modo cercano la realidad de las leyes y los procedimientos a seguir. Agradezco que tome en consideración estas palabras y estimen en el Pleno la mejor resolución para todas las partes.
Taborno es un lugar para convivir
y compartir la belleza de un espacio natural y rural que es Reserva de la
Biosfera, memoria y seña de identidad de Tenerife y Canarias.
Muchas gracias