martes, 20 de marzo de 2018

La pareja abierta, obra de teatro de Dario Fo

Dario Fo y Franca Rame

Crítica sobre la adaptación teatral del colectivo artístico Ponte tra Culture


El teatro va más allá del puro espectáculo: desde los tiempos de Aristófanes a la épica dialéctica de Brecht y su círculo de tiza caucasiano, el teatro ha ido asumiendo su realidad en escena como un ensayo de la vida misma, no hay en el teatro un artificio necesario que lo constituya a diferencia de la realidad, la ficción será verdad mientras los dioses sobre el tablado sigan existiendo. Hay teatro para todos los gustos, la maravilla de la pluralidad enciende hálitos a la quimera y el encantamiento de la vida sobre el proscenio da todavía más vida al espectador anónimo, del lado de allá los actores son seres de carne y hueso que asumen para sí otras vidas que son tan reales como la del faraute del Siglo de Oro que abría el telón con sus verdades como puños.

Así ocurre que figuras del teatro contemporáneo como el italiano Dario Fo, Premio Nobel de Literatura 1997, sigue tan vivo como el día en que bosquejaba junto a su compañera Franca Rame la obra “Pareja abierta”, fechada en 1983 -un año electoral en la república de Pavese en la que los democristianos y el Partido Comunista de Enrico Berlinguer se disputaban la Cámara- y en el que el mundo se acercaba a la fecha que George Orwell vaticinaba para la llegada de la policía del pensamiento en el futuro de la distopía.

La actualidad de Dario Fo una década después de su muerte sigue penetrando en las puestas en escena de sus obras en lugares tan impensables para él como el teatro de la Universidad de Nuevo León, en la frontera mexicana con los Estados Unidos del Presidente Trump. En la ciudad de Monterrey, dos jóvenes actores de procedencia italo-colombiana insuflan vida a la pareja estrella que representa el pulso biopolítico en esencia sobre las infidelidades, la sagrada familia y el derecho al respeto y a la integridad en una sexualidad humana que desde Adán y Eva mantiene el conflicto abierto de la pérdida de paraíso.

Ambos actores, integrantes del colectivo artístico Ponte tra Culture, bajo la dirección de Gianluca Barbadori, conjugan a la par el grado de frescura necesaria para que la trama de Dario Fo obtenga su tensión dramática fidedigna al texto en italiano y la combinación de giros latinoamericanos para su representación en México. La actriz Valentina Blando aporta una robustez dramática en escena difícilmente superable, la combinación de la trifulca entre el español de Bogotá frente a su marido oponente, el paduano Marco Stizza, hombre de tablas con recursos técnicos procedentes de los laboratorios de teatro de Udine, tierra natal de Nico Pepe, lleva a considerar la disputa entre la pareja como un asunto de geopolítica mundial, en donde la mujer colombiana reivindica sus derechos ultrajados frente a una Vieja Europa anclada en el machismo patriarcal y la corruptela universalizada a todas las latitudes de Il Cavalieri.

Ella a fin de cuentas tiene toda la razón y en el país con el mayor número de feminicidios, la mujer que combate y resiste en la persona de Valentina Blando recuerda mucho a la poeta Sylvia Plath, la autora estadounidense cuyo suicidio causado por el embates de la separación y el engaño adquiere parangón de mito. Y como en los mejores proyectos teatrales que tomaron forma en la América Latina oprimida de Augusto Boal, el final de la obra “Pareja abierta” del colectivo Ponte tra Culture finaliza en la Feria Universitaria del Libro de Nuevo león a la manera de asamblea abierta junto a los espectadores, triunfo total del buen quehacer teatrero focalizando la conciencia crítica y devolviendo a la realidad la realidad misma de la vida, del amor, y de la política que es todo a fin de cuentas en la historia de la compleja naturaleza humana y todos los teatros sobre la faz de la tierra.

Larga vida a Dario Fo.

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