Todo está aquí en silencio,
amurallado. Así comienza el poema sobre el cementerio de San Isidro de Cuenca
en Castilla-La Mancha que escribió el autor sueco Lasse Söderberg para la
familia Saura, publicado por la editorial Pretextos bajo la traducción de David
Guijosa Aeberhard en 2011. Allí en el
pequeño camposanto de San Isidro de Cuenca, se alzan las postreras luces, dijo
el poeta nacido en Estocolmo en 1931, la mirada del escritor quedó cautiva por
la belleza inconmensurable de los parajes de roca kárstica y una desolación
indefinible que solamente la escritura puede llegar a asumir para los sentidos.
Este poema fue incluido en una
bella antología que el cronista de la ciudad, el historiador y novelista Miguel
Romero, preparó con motivo del veinte aniversario de la declaración de Cuenca
como Ciudad Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. El pasado año un poema de
Lasse Söderberg volvió nuevamente a editarse en el segundo número de la revista
conquense municipal, con portada del artista Victor de la Vega, junto a un
inédito de José Ángel García y una entrevista al artista Gustavo Torner que
recientemente presentó el catálogo razonado de su obra gráfica.
La mirada al cementerio de San
Isidro del escritor sueco va más allá de los tópicos costumbristas y del
romanticismo al uso de una tradición lírica que existe sobre los cementerios y
las lápidas de los poetas. De hecho hay un libro del neerlandés Cees Nooteboom
dedicado a las tumbas de eminentes poetas y el cementerio conquense de San
Isidro no es menos trascendente que cualquiera de París, allí se encuentra el
cantor de la ciudad levítica, Federico Muelas, que no se olvide fue Premio
Nacional de Literatura en 1964. Para atravesar la verja de hierro, del lado más
abismado del cementerio, hay que solicitar el permiso de la familia conquense
que cuida con cariño y devoción este lugar de un silencio cósmico.
Fue en Paris donde Lasse
Söderberg hizo amistad con el pintor Antonio Saura a finales del cincuenta,
otra más de las conexiones entre Cuenca y Paris que forman parte de una
cartografía simbólica de la cultura y el arte conquense en la capital de la luz.
El poeta sueco ha sido traductor de Borges y de Vicente Aleixandre, las
primeras noticias de su cercanía a España provienen de una entrevista de hace
cuarenta años donde el escritor nórdico realiza un viaje de índole diplomática
para estrechar los lazos de amistad entre ambos países al final de la
dictadura. Y Cuenca forma parte del itinerario íntimo de otro escritor
internacional, poemas suyos a las arpilleras de Millares lo constatan, vale la
pena acercarse a su libro "Los poemas de Arturo Cova" escrito
directamente en español y publicado en México.
La obra literaria de Lasse
Söderberg representa una muestra del quehacer poético europeo de ayer y de hoy.
Publicado
originalmente en la serie "Bajo esa luz" de Las Noticias de Cuenca
(España)
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