"Venecia in your eyes" por david guijosa (Texto de sala de la exposición fotográfica "Venezia. La última mirada") Museo Palacio de los Gurza (Durango, México)
Después
de las visitas que hacemos últimamente al planeta, ¿cómo volveremos a Venecia?
¿Cómo volveremos a cualquier lugar? Es una de las preguntas que surgen al ver
las fotografías de la exposición “Venezia. La última mirada” de Samir Delgado.
Un visitante de ojos preocupados y curiosos que retratan el espacio veneciano
para convertirnos en espectadores de segunda mano de este cónclave turístico e
histórico, ahora reinterpretado y ubicado en una colección de imágenes,
configurando una ruta para comprender los nuevos símbolos del palimpsesto que
es Venecia.
Esta
exposición se desarrolla a mi parecer sobre tres ejes. El primero es la esencia
de las máscaras. Como parte inextricable de la psique humana y su capacidad
social, articuladas a la manera de Mitsuye Yamada en “Masks of Woman”, donde
las personas, incluso hasta en lo íntimo, nos presentamos en una superposición
de máscaras que dialogan unas con otras. En el caso de estas imágenes las
máscaras venecianas cobran una dimensión poliédrica que va desde la máscara que
define al turista o al mero paseante local, al activista o a cualquier persona
sin más que debe calzar il suo viso rutinario, y de ahí hasta la máscara
que define la identidad histórica del Carnaval de Venecia, pero que en la
superposición de todas las caras encuentra un nuevo discurso.
El
segundo son los reflejos. La proyección de la luz sobre la superficie en la que
nuestros cerebros bosquejan imágenes y sensaciones que habitan en nuestro
entramado conceptual. Reflejos sobre los escaparates, los cristales de una
copa, el agua turbia de los canales o el mar. Pero que a la vez nos recuerda
que Venecia es el reflejo de un espejismo, un simulacro, que diría Baudrillard,
que nos aleja de la trascendencia y nos engulle en un parque temático que se
hunde poco a poco bajo las olas que arrastran los cruceros.
El
tercero es el poder del paseante. Pero ese caminar que existe en las
fotografías del fotógrafo no es el de un flâneur sin más, sino que
contiene la posibilidad de rehacer el espacio tal como lo propone Michel de
Certeau, donde los pasos se reapropian del lugar y lo redibujan a través de la
mirada crítica. El paseo se convierte en una táctica para descubrir virajes
ocultos en las callejas de la ciudad o paredes con mensajes en grafitis, para
guiar una nueva experiencia del viandante con un contra-lenguaje que se opone a
la cartelería turística como única forma de leer Venecia.
En
esta exposición se encuentran varias miradas, pero como en tantos otros lugares
de la obra de Samir Delgado, también una clave más sobre el papel del turismo;
que aparece aquí como capitalismo voraz y como discurso polivalente, frente al
patrimonio cultural trascendente que es el arte y la historia común de una
sociedad global. En esta exposición se nos interroga una vez más sobre el papel
que jugamos en cada espacio y en cada tiempo al que ingresamos, reflexionando
sobre los restos de la identidad de una ciudad sitiada.
david guijosa
Eskilstuna (Suecia) 2021
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