Silvestre de Balboa (1563-1644) |
Silvestre de Balboa fue el autor canario que inauguró la
literatura cubana. Sus ninfas, faunos y guanábanas recorren maravillosamente el
episodio del rapto en el Puerto de Manzanillo del Obispo Altamirano por parte
del francés Gilberto Girón en 1604. Se conserva el acta bautismal del célebre
canario que emigró a Cuba. Aunque a decir verdad el texto original del poema
nunca apareció realmente. El legado poético una vez más parte de copias que
salen a la luz a mediados del siglo XIX. Mitología en estado puro. Y el debate
está servido para quienes ahondan en el estudio y la difusión de la literatura
caribeña.
Muchos especialistas se han volcado en el enigma: desde Cintio
Vitier, autor del libro Lo cubano en la poesía, que compiló críticamente las
ediciones revisadas, hasta el propio Lezama Lima que incluyó al canario entre
la nómina de poetas para la historia del país. Así que entre poetas andó el
tema del Espejo de Paciencia. En las islas fue Millares Carló quien dio buena
cuenta de ello, al igual que Lázaro Santana cuando publicó a comienzos de la
década del 80 en la desaparecida Edirca todo el poema. Su tesis corroboraba la
originalidad del canto que nombraba las cosas por su nombre en tierras cubanas,
la influencia cierta de Antonio de Viana y Bartolomé Cairasco de Figueroa sobre
el autor instalado en Puerto Príncipe como escribano del cabildo. Pero al no
aparecer el texto original del poema todo queda en manos de las hipótesis y las
conjeturas, si bien la impronta del Espejo de Paciencia ha calado hondo en la
tradición cultural y eso debería ser lo importante a la hora de establecer un
comienzo para la historia de la poesía cubana tan rica y voluminosa en su
estela histórica.
Yo mismo tuve mi experiencia personal en este asunto. Era una
mañana de calor intenso en La Habana. Recibí en el hotel Vedado durante mi
estancia como autor invitado al XV Festival internacional de Poesía una carta
manuscrita de la profesora Yolanda Ricardo donde me contaba al detalle su
parecer acerca de los orígenes de la literatura cubana. Todavía conservo en mi
memoria aquellos momentos dulces del desayuno donde conversamos amistosamente
sobre hermenéutica y poesía. La carta fue reproducida casi íntegramente en el
poemario Banana Split y lo reproduzco a la manera de una cometa libre para el
debate:
"Aquí va lo prometido. La revista cultural con aquel ensayo
sobre la insularidad en la obra de Dulce
María Loinaz y los datos exactos
del poema La Florida, aparecido en el periódico Granma el 19 de Abril de
2002. Probablemente este poema es algo anterior al Espejo de Paciencia del canario Silvestre de Balboa, que
hasta hoy es considerado como el verdadero documento fundacional de las letras
cubanas. El otro está fechado alrededor del año 1598. Su autor fue Fray Gregorio Alonso de Escobedo, un franciscano andaluz que vivió en La Castilla
del final del siglo XVI. Aparece escrito en octavas reales que narran
aspectos costumbristas sobre los indios en su travesía desde Baracoa,
en el extremo oriental de la isla, hasta La Habana. Ojalá los datos
valgan para proseguir en el estudio sobre nuestros lazos históricos".
Besos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario